El mercado. SÁMSARA

El olor característico a mar salada era penetrante y le llevaba con claridad a sus recuerdos de infancia. Pasaba cerca del puesto de venta de pescado y pudo observar las sardinas en salazón, el rape, la merluza, calamares y otros pescados expuestos con armonioso...
Compartir:

La carretera. SÁMSARA

El sol entraba a través del cristal del parabrisas y provocaba sinuosos reflejos en el interior del vehículo. Las pequeñas motas de polvo tomaban relevancia al recibir el impacto de los rayos solares, y le gustaba observarlos por lo cotidiano de la experiencia,...
Compartir:

La Sacudida. SÁMSARA

Una oleada imparable le recorría desde la coronilla hasta los pies. Sentía como su vello se le erizaba sin poder evitarlo y una sensación agradable recorría su cuerpo. Sintió como toda su estructura ósea y muscular se distendía y un crujir profundo se dilataba...
Compartir:

El loco. SÁMSARA

Sus puños se cerraron mientras las puntas de sus dedos, enroscados como el caparazón de un caracol, se le clavaban en la palma de su mano. Una corriente de satisfacción y entusiasmo le recorría sus brazos hasta llegarle a su pecho, era una especie de alegría incontrolable. Se...
Compartir:

El chucho. SÁMSARA

No sabía cuanto tiempo llevaba ladrando. De hecho, no se había dado cuenta de que estaba haciéndolo hasta que unas ligeras cosquillitas en su nariz lo sacaron de su ensimismamiento.  Ahuyentó con un movimiento involuntario de su mano derecha al posible...
Compartir:

El trayecto. SÁMSARA

El reflejo del cristal le devolvía la imagen. Los veia gesticular y sentía los ademanes ostentosos del hombre junto a ella. Las dos mujeres que acompañaban al hombre también gesticulaban y hablaban con voz fuerte. ¡Le estaban amargando el trayecto! Subió al...
Compartir:

El vacío. SÁMSARA

Hacía todo lo posible por taparlo. De manera inconsciente inventaba mil maneras de no percatarse de eso. Procuraba encontrar fórmulas diversas de no adentrarse en él. Cualquier novedad en sus circunstancias le servía para evadirse de esa sensación. Él sabía que...
Compartir:

Los amigos. SÁMSARA

Su mirada estaba perdida en el fondo del plato. Sentía un vacío, ausente de sensaciones, absorto en la nada. Un ruido de cubiertos, el metal chirriando sobre la loza, lo sacó de ese mini trance. Se sorprendió a si mismo inhalando aire por la nariz y dejando ir...
Compartir:

El dinero. SÁMSARA

Sentía un nudo en sus tripas. Era como si algo la atenazara en su estómago, como si una pinza grande e invisible le apretara en lo profundo de sus entrañas. Y la retorciera. Y giraran esas tenazas un cuarto de vuelta más, generando una sensación molesta y tirante,...
Compartir:

El Amanecer. SÁMSARA

El fondo interior de sus párpados cogía un tono de color melocotón cuando, aún con los ojos cerrados, hacía el ejercicio vano de intentar ver algo. Se había sentado en una posición parecida a la del loto sobre un cojín, para no lastimarse los tobillos, mientras...
Compartir:

El Sofá. SÁMSARA

Dejó caer todo su peso sobre el mullido cojín del sofá, con la seguridad de que éste lo recibiría sin rechistar. De hecho en ningún momento se le había ocurrido la idea de que eso no fuera a ser así. Había realizado ese gesto cientos de veces,...
Compartir:

El pastel. SÁMSARA

Era delicioso. Pequeños destellos en su mente intentaban descifrar la composición porque era algo incongruente. Le llamaban Carrot Cake, pero no encontraba el sabor de la zanahoria por ningún lado. La tarta no sabía a la zanahoria cruda recién...
Compartir: